Este post de esta semana sale quizás un poco de mi trayectoria dedicada a los mas noveles, es bastante largo ya que es un post de algo más nivel donde es necesario describir más cosas, y explica una técnica ya más para el fotógrafo más avanzado, aún así creo que es fácil de interpretar lo que aquí voy a escribir por cualquiera (o así lo intento) y creo por tanto que los más nuevos pueden seguirlo sin problemas y ver así las posibilidades que seguro ni se imaginan.
También que de vez en cuando escribire cosas como estas para los que quieran ya ir perfeccionando su fotografía, estas cosas las voy a ir escribiendo en una segunda parte de mis apuntes ya más avanzados que espero sacar para el verano.
En este árticulo voy a hablar en general del balance de blancos en situaciones complicadas, normalmente el balance de blancos sabéis que en los programas que por ahí circulan se ajustan para toda la imagen, pero eso algunas veces no debe ser así porque puede haber luces diferentes.
Para mí el balance de blancos en una foto y el ajuste cromático es fundamental, porque mi idea principal de la fotografía es representar lo que veo, es evidente que hay más cosas, pero la mayoría de mis fotos intentan ser así, además estos toques ya muy finos son los que al final distinguen una foto especial de las demás.
Cuando me refiero a ajuste cromático, me refiero a que los colores guarden su posición exacta en el espectro sin ninguna modulación, o al menos lo más pequeña posible, sin que lo lleve hacia una dominante de color.
Cuando hacemos el balance de blancos lo que hacemos es demodular la imagen hacia el lugar que de verdad deben ocupar sus colores, y dependiendo de nuestro gusto o de lo exactamente que busquemos la realidad, puede quedar un residuo de esa dominante, que muchas veces nos da igual pero ahí está.