sábado, 9 de noviembre de 2019
18:59
Un buen zoom siempre es necesario cuando nos vamos de vacaciones y aunque nos cueste mucho
llevarlo en nuestro equipo, os aseguro
que si además os gusta de verdad la fotografía, merece la pena aunque el peso se aun hándicap, ¿y por qué? pues porque los resultados obtenidos os animarán a seguir
haciendo fotos, al menos yo soy de ésta idea, dejadme que os explique.
En mis viajes me suelo llevar siempre un 70-200mm F.4 IS y un 24-105 F:4 para lo demás, junto con un 35mm f: 2 IS que es una maravilla y del que hablaré de él próximamente.
Entre los tres 1 kilo y
algo, más la cámara 2 Kilos en la mochila, baterías, cargador etc., en fin que solo de fotografía llevo casi 2
Kilos y medio o tres, que parece poco, pero... ¿sabéis una cosa? cuando hace calor y además va pasando el tiempo con la mochila en la espalda, poco
a poco te vas reventando, se empieza a sufrir los efectos y más a mí que soy poca cosa,
porque además en la mochila llevas además una botella de agua (otro medio kilo), que si
las llaves, que si un bocata, etc…bufffffff un horror pero que mi afición compensa (de momento) hasta que los años no me dejen.
Fijaros que os lo he puesto negro, pero luego en el monitor a pesar de esto se disfruta del trabajo realizado, al menos yo.
Después de esto me gustaría hablaros del manejo de ese zoom (de buena masa) como este que tengo 70-200mm, y que además os aseguro que no hace falta más focal para la fotografía de viajes,
Os contaré,
las precauciones a tomar, como manejarlo y usarlo para que las
fotos os salgan bien, claro está desde mi punto de vista, esto no lo
debéis olvidar nunca, porque hay gente que como yo os podrá dar más consejos
para complementar vuestro mejor saber y mi opinión sólo es eso una opinión más :-)
Insistire de nuevo en que la
contrapartida de todo el peso, el calor, el viaje,siempre los resultados finales son excelentes y
al final compensa ese pequeño sufrimiento porque haces fotos muy interesantes.