A mi suele preocupar mucho ajustar el perfil de color de la cámara y así manejar el color de mis fotos y hacerlo bien, sobre todo porque quiero verlas como las veía en la toma, tanto en el pc como en la imagen impresa, es algo que no creáis que es sencillo de conseguir pues hay que tener mucho cuidado con este tema para que el color no se “pierda” por el camino.
Esta entrada la dedico a los que queréis dar un pasito más en este tema de color y claro para gente ya de un cierto nivel que deseen mejorar.
Como en toda cadena que procesa algún producto hay que hacer que la cadena funcione bien y no haya un elemento que sea más “flojo” y que estropee el producto.
En nuestro tema fotográfico intervienen muchos elementos como: monitores, impresoras, cámaras, etc. pero uno que yo creo importante, reside en la propia cámara que es necesario que interprete bien el color que captura.
Y no creáis que digo esto por decir, digo esto porque he visto muchas cámaras que cada una interpreta el color como mejor le parece y hasta siendo la misma cámara ofrecen colores diferentes siempre en monitores calibrados.
¿Cómo procedemos entonces para intentar mejorar este primer punto? Ya que hay más de los que hablaremos.
Para esta mejora lo primero de todo y fundamental es hacer una buena toma de la imagen, esto es, que la imagen capte perfectamente la luz que hay en el ambiente y no quede ni subexpuesta ni sobreexpuesta, a esto nos ayudará el fotómetro y nuestra experiencia.
Si queremos ayudarnos por algo podemos tomar una referencia en esa fotografía de grises y de color.
Lo más sencillo es usar una carta de color, como las típicas que se venden en muchos sitios, en este caso la ColorChecker barata y efectiva de verdad.