Hoy la entrada no es muy larga
porque estoy de viaje por trabajo y no es fácil para mí obtener un rato para
escribir, pero aún así aprovecho entre esos ratitos de esperas en el viaje,
para escribiros algo y luego cuando tengo un WIFI a mano enviároslo al blog.
Hoy se me ha ocurrido esta
entrada porque he visto a una señora que estaba a mi lado haciendo una foto a
un señor despidiéndose de él, la foto le
ha salido realmente mal, oscura y sin detalles. La señora se ha dado cuenta ya
cuando se había ido el señor repasando las fotos que le había hecho y comentándoselo
a la que creo era su hija, vamos una pena, porque algunas veces, quizás como ésta,
las fotos son irrepetibles.
¿Cual había sido el fallo de la
señora? realmente era bastante evidente y es que la señora hizo la foto en una
ventana del aeropuerto para que saliese el avión que tomaba el señor, entraba
mucha luz por ella y no disparo el flash de relleno para evitar la situación.
En una palabra, la cámara se equivoco con la luz exterior y se ajusto a la
exterior, el avión salió divino, pero el señor mas oscuro que un tizón.
Y es que las cámaras no tienen
como ya he dicho, y menos las compactas, un margen dinámico muy grande que
pueda representar la luz completa que la naturaleza puede presentar, es por eso
que debemos adecuarnos nosotros a la naturaleza, manipulando la cámara para así
adaptar el margen de tonos que la cámara puede recoger a la imagen real. Es
como querer meter en un cubo toda el agua que cabe en una bañera, cabe lo que
cabe y no más y en todo caso si queremos sacar toda el agua hay que sacarla
cubo a cubo, como hacemos con la luz cuando hacemos un HDR.
De ahí que el tan
"cacareado" histograma, que nos representa la cantidad de tonos que
ha registrado la cámara nos puede ayudar mucho en estos momentos de luces
difíciles, cuando no sabemos cómo hacer una toma.
En general y digo en general, el
histograma debe cubrir toda la gráfica, aunque no siempre es así.